RSS

Meditación Kundalini

lunes, 25 de mayo de 2009


Próxima Meditación Kundalini de Osho

en Olivos




Sábado 30 de MAYO
de 17 a 18.30hs

Inscripción Previa

Marcela Simonetti


4588-3376


marcelasimonetti@gmail.com



Meditación Kundalini de Osho

viernes, 1 de mayo de 2009


Meditación Kundalini



Esta es la muy gustada meditación, hermana de la Meditación Dinámica.
Consiste de cuatro etapas de 15 minutos cada una.
Primera etapa: 15 minutos

Estate suelto y deja que todo tu cuerpo se sacuda, sintiendo la
energía que se mueve subiendo desde los pies. Suéltate
completamente y déjate llevar; vuélvete en la sacudida. Tus ojos
pueden estar abiertos o cerrados.

Segunda etapa: 15 minutos

Baila... en cualquier forma que lo sientas, y deja que todo tu
cuerpo se mueva como quiera.

Tercera etapa: 15 minutos

Cierra los ojos y permanece quieto, sentado o de pie...
presenciando todo lo que ocurre dentro y fuera de ti.

Cuarta etapa: 15 minutos

Manteniendo los ojos cerrados, échate y permanece quieto.

Al hacer la Meditación Kundalini, permite la sacudida, no la fuerces. De pie, en silencio, siéntela llegar y cuando tu cuerpo empiece a temblar un poco, ayúdale pero no la dirijas. Disfrútalo, siéntete feliz por ello, permítelo, recíbelo, dale la bienvenida, pero no le impongas tu voluntad.
Si lo fuerzas, se convertirá en un ejercicio, un ejercicio corporal, físico. Entonces la sacudida estará allí, pero sólo en la superficie, no te penetrará. Permanecerás sólido, como una piedra, como una roca por dentro; seguirás siendo el manipulador, el que lo hace, y el cuerpo sólo te estará siguiendo. Y no se trata de tu cuerpo -se trata de ti.
Cuando digo que te sacudas me refiero a tu solidez; tu ser, semejante a una roca, debería sacudirse hasta sus raíces para que se torne líquido, fluido, para que se derrita y fluya. Y cuando el ser pétreo se vuelva líquido, tu cuerpo le seguirá. Entonces ya no hay el 'yo me sacudo', sólo el proceso. Entonces nadie lo está haciendo, ¬simplemente está ocurriendo. Entonces, el que hace ya no está.

Extraído de Meditación la Primera y Última Libertad